Cualquier comunidad organizada puede realizar un monitoreo participativo, definiendo sus objetivos y adecuando la metodología a sus propios contextos. El ejercicio de conocer a través del monitoreo se inscribe en el espacio comunitario, donde el cuidado mutuo es tanto un estado afectivo como una actividad.
Monitorear en comunidad conlleva reconocer y recordar nuestros lazos con los territorios a los que pertenecemos y tener en cuenta que constantemente nos relacionamos y cohabitamos en un planeta con otros seres.
La información que se registra es clave para generar diálogos y soluciones a problemáticas que acontecen en los diferentes territorios.